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Reflexiones de una madre de St. Jude

Dionisio

Era casi la medianoche cuando Jenny vio llegar a otra madre hispana con su hijo. Jenny llevaba nueve meses en St. Jude Children's Research Hospital, donde estaban tratando a su niño, Dionisio, pero en ese momento, se acordó de cómo se sentía la primera vez que llegó al hospital. Quería hablar con la recién llegada, pero pensó que sería mejor darle tiempo.

Al día siguiente, Jenny se encontró a la misma madre llorando en el pasillo. Esta vez, se le acercó. “Algo me dijo que te diera un abrazo, porque estamos pasando por lo mismo,” le dijo. La otra madre respondió, “No sabes lo que significa esto, porque yo no tengo a nadie aquí. Somos de Ecuador. ” Las dos madres intercambiaron números, y decidieron que, mientras pudiesen, se apoyarían mutuamente. 

Ser la madre de un niño con cáncer causa un cambio de perspectiva. 

Dionisio tenía tan solo año y medio cuando fue diagnosticado con leucemia y referido a St. Jude. Desde entonces, la familia ha estado muy agradecida por el tratamiento de primera clase, el apoyo y el toque personal que han recibido del personal. No se pueden creer que no hayan tenido que pagar por nada. 

La experiencia ha tenido un profundo impacto sobre Jenny y toda la familia. 

“Antes de esta experiencia, yo vivía la vida como si yo tuviera todo el tiempo del mundo. Pues ahora ya no,” explica Jenny. “Yo hago el esfuerzo de hablarle a mi mami, y le digo que la amo, trato de hacer cosas para ella. [Trato] de ser más unida con mi familia y no preocuparme tanto de las cosas materiales.” 

Este Día de las Madres será mucho mejor que el anterior. Para la gran alegría de la familia, Dionisio está libre de cáncer. Solo tiene que volver a St. Jude periódicamente para sus chequeos médicos y para asegurar que el cáncer no regrese. 

Jenny dice, “Le doy gracias a Dios que nos puso en ese lugar, porque ahora sí agradezco la vida.”

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