La familia de Sofía vive en un poblado a la orilla del mar en Ecuador, país en donde las plantas tropicales florecen durante todo el año. A Sofía y sus hermanos les encanta jugar al aire libre, en el jardín o en el parque.
A principios de 2014, una nube oscura apareció sobre la familia cuando supieron que Sofía padecía de un tumor canceroso. Los padres de Sofía la trajeron a los Estados Unidos, en donde ellos tienen familia. “Queríamos que ella tuviera el mejor tratamiento” dijo Andrea, madre de Sofía.
Sofía
3 años de edad
Ecuador
neuroblastoma
Pero la familia de Sofía encontró que esto podría ser dificultoso debido a que no tenían seguro médico. Afortunadamente, un doctor que conocieron en el país, y que había trabajado en St. Jude Children’s Research Hospital, ayudó a la familia a obtener la referencia a St. Jude. “Fue apabullante saber que se harían cargo de todo (el tratamiento)” dijo Andrea.
Esto es gracias a que la mayoría de los recursos de St. Jude provienen de gente común, así St. Jude tiene la libertad de enfocarse en lo que importa más — salvar a los niños sin importar la situación financiera de sus familias.
La familia de Sofía arribó a St. Jude en Abril de 2014, en donde los doctores rápidamente determinaron que sufría de neuroblastoma. Su tratamiento ha incluido quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia.
Sofía además recibe de su madre células NK. En St. Jude, los científicos investigan modificaciones en genes y procesamiento de células para incrementar la potencia de células T y NK provenientes de donadores, las cuales podrían mejorar las oportunidades de curar cánceres pediátricos de alto riesgo.
A pesar de la dureza del tratamiento, a Sofía le encanta venir al hospital. “Ella pregunta, ‘¿Mamá, por qué no podemos vivir aquí?’” comparte Andrea.
“En Ecuador, no existe nada como St. Jude” dice Andrea. “Nunca imaginé que vendríamos a un lugar como este”.
A Sofía le encanta la música y bailar; y dice estar convencida de que es Princesa Sofía de la película Frozen. “St. Jude está siempre un paso adelante”, dice Andrea. “Cualquier cosa que necesitas, aquí te la proporcionan. Es maravilloso.”