Cuando Alex tenía 3 años de edad, le realizaron estudios que revelaron que padecía neuroblastoma, un peligroso tumor sólido. Debido a esto, la familia viajó a St. Jude Children’s Research Hospital, en donde Alex fue sometido inmediatamente a cirugía, quimioterapia y radio terapia. “St. Jude nos ha dado esperanza”, dijo Cristina, mamá de Alex.
"St. Jude le ha dado a mi hijo una segunda oportunidad en la vida".
Cristina, mamá de Alex

Los tratamientos desarrollados en St. Jude han ayudado a incrementar la tasa de supervivencia del cáncer infantil de un 20% a más de un 80% desde su fundación hace más de 50 años. No descansaremos hasta que ningún niño muera de cáncer.
En enero de 2016, cuando Alex tenía 8 años de edad, el cáncer regresó. Entonces la familia volvió a St. Jude, en donde el tratamiento ahora incluirá quimioterapia, radio terapia y un trasplante de médula ósea.
“St. Jude ha sido una enorme bendición”, explicó Cristina. “St. Jude le ha dado a mi hijo una segunda oportunidad en la vida”.