Todos juntos por Gunnar

Cuando Gunnar tenía tan solo 8 meses de edad, su familia recibió la terrible noticia de que padecía de un cáncer de tejidos blandos llamado rabdomiosarcoma. Su madre Kristie, que estudiaba para ser enfermera, aspiraba a trabajar en St. Jude Children’s Research Hospital algún día. Pero cuando por fin entró al hospital, lo hizo con la esperanza de salvar la vida de su propio hijo. 

El tratamiento de Gunnar en St. Jude incluye quimioterapia y terapia de protones. St. Jude ha construido el primer centro de terapia de protones del mundo que está dedicado solamente al tratamiento de los niños. 

“St. Jude es un hospital muy, muy bueno. Está más allá de las expectativas. No sabes hasta que no lo ves. Yo no quisiera estar en ningún otro lugar”, dijo Kristie.

Las familias nunca reciben una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje o alimentación, porque la única preocupación de las familias debe ser ayudar a sus hijos a vivir. 

Kristie dijo: “Aun teniendo seguro médico, siempre te cobran por algo. Saber que no tendré que pagar por ningún gasto médico es un gran alivio”.