Cuando St. Jude abrió sus puertas en 1962, la comunidad médica pensaba que muchos tipos de cáncer infantil eran incurables.
No les hicimos caso.
Y hoy día, gracias a las investigaciones de científicos y el cuidado de médicos de St. Jude, hay miles de familias que se alegran mucho de que no hiciéramos caso.
Nuestro trabajo en St. Jude ha ayudado a aumentar la tasa de supervivencia del cáncer infantil de un 20% a un 80%. Y esa es una noticia muy buena.
Pero queremos una noticia espectacular. Y esa noticia será cuando curemos a todos los niños.
En la próxima década nuestra meta es incrementar la tasa de supervivencia del cáncer infantil a un 90%, y no descansaremos hasta que llegue ese día increíble cuando el cáncer no arrebate la vida de ningún niño.
Tú puedes ayudarnos a conseguirlo. Haz tu donación hoy y estarás ayudando a proporcionarnos las herramientas necesarias para terminar con el cáncer infantil.
Su donación de hoy ayudará a proporcionarnos las herramientas necesarias para derrotar al cáncer infantil.