Joven latino de Nueva York recauda miles para St. Jude vendiendo limonada

Inspirado por las historias de los pacientes de St. Jude, Oliver buscó la manera de ofrecerles ayuda con el apoyo de su comunidad.

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Oliver Rivadeneyra tenía sólo 5 años cuando vio un episodio de uno de sus dibujos animados favoritos en el que un personaje ganaba dinero vendiendo limonadas.

Oliver Rivadeneyra tenía sólo 5 años cuando vio un episodio de uno de sus dibujos animados favoritos en el que un personaje ganaba dinero vendiendo limonadas.

Pensó que era una buena idea.  

Y un día, mientras veía una novela en español con su abuela, Oliver vio un anuncio de St. Jude Children's Research Hospital®. Se conmovió tanto que decidió vender limonadas para ayudar a los niños con cáncer atendidos en el hospital pediátrico de investigación.

"Ver a los niños de mi edad (en televisión) fue triste", dijo.  

Pidió ayuda a sus padres.

"Le gusta hacer todo lo que puede para ayudar, ya sea a sus amigos en el colegio o a nuestros vecinos", dijo su madre, Nancy Merino. "Es algo que está dentro de él… Así que cuando todo esto sucedió, tenía sentido".  

Oliver Rivadeneyra tenía sólo 5 años cuando vio un episodio de uno de sus dibujos animados favoritos en el que un personaje ganaba dinero vendiendo limonadas.

El verano de ese mismo año, Oliver comenzó a vender limonada afuera de su casa en Long Island. A través de sus amigos, las publicaciones en redes sociales y algunos volantes, el puesto de limonada ha atraído a cientos de personas a lo largo de los años. Desde 2015, Oliver ha recaudado aproximadamente $20,000 para St. Jude.

"Cada año lo hacíamos mejor", dijo Nancy, hija de padres colombianos. "Tenemos mucho apoyo de la comunidad: tenemos grupos de motociclistas, diferentes departamentos de bomberos, compañías de ambulancias, familiares y amigos".  

Unos días antes de iniciar la venta anual, Oliver recibe los ingredientes, unos donados por su tía, así como otras golosinas y productos que donan otras personas, tales como plantas, que luego se venden durante la actividad. Su preparación comienza con semanas de anticipación y sólo ha tenido que posponer el evento una vez debido al mal tiempo. Y aunque se tomó un año de descanso durante la pandemia de COVID-19, logró recolectar donaciones de amigos y familiares a beneficio de esta causa.

Al finalizar la actividad, Oliver entrega lo que ha recolectado a la oficina de ALSAC, la organización de recaudación de fondos y concientización de St. Jude. En cada ocasión, se presenta personalmente en la oficina de Nueva York para realizar la entrega. 

Hace cinco años, en 2019, Oliver pudo visitar las instalaciones de St. Jude y conocer más acerca de la historia del hospital de investigación. Dijo que el recorrido revitalizó su compromiso. 

"Fue una gran experiencia", dijo. "Al empezar el 2020, estaba mucho más motivado".  

Oliver, que ahora tiene 15 años y es estudiante de primer año de secundaria, dijo no estar seguro si instalará su puesto de limonada este año debido a su apretada agenda deportiva, pero dijo que St. Jude seguirá ocupando un lugar especial en su corazón. 

 "Tengo un mayor entendimiento sobre [St. Jude] y sé aún más sobre lo que están pasando esos niños", dijo. "Siempre me siento feliz de poder ayudar". 

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