Construyendo un legado familiar
Para Desiree Valls, ayudar no es solo una pasión —es un legado arraigado en la familia, la cultura y la comunidad—.

11 de agosto de 2025 • 3 mínimo
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Mi historia con St. Jude comenzó gracias a una invitación de una querida amiga, quien lamentablemente ya no está con nosotros.
Yo acababa de regresar a Miami después de la universidad, buscando una forma de involucrarme en algo que tuviera propósito. Mi amiga me dijo: “Tienes que venir a este evento. St. Jude está formando un grupo de jóvenes profesionales aquí”. Fui… y desde ese día, me enamoré de la causa. Catorce años después, sigo aquí, comprometida como el primer día.
La filantropía siempre ha sido parte de mi vida. Vengo de una familia cubana inmigrante, tercera generación, y pudimos salir adelante gracias al apoyo de quienes llegaron antes y se esforzaron por ayudar a otros. Así que dar está en nuestro ADN. Mi abuela es de esas personas que todavía escribe su cheque cada mes y lo envía por correo a St. Jude. Mi mamá nos involucró en actividades benéficas desde muy pequeñas. Siempre ha estado activa en la comunidad local, y eso despertó en mi familia y en mis hermanas un amor por ayudar.
Cuando encontré a St. Jude, sentí que todo cobraba sentido.
Una de las cosas que más me conmueven de St. Jude es cómo cuidan a toda la familia y no solo al paciente. He visitado el hospital y lo he visto con mis propios ojos. Conocen el nombre de cada miembro de la familia. Se aseguran de que los niños tengan la comida que les gusta, sus personajes favoritos en las sábanas. Ofrecen comidas, apoyo emocional y un nivel de cuidado que va mucho más allá de la medicina. Ese enfoque integral es lo que hace que St. Jude se sienta como un hogar.
Como presidenta del Comité Ejecutivo de Friends of St. Jude Miami, he ayudado a que nuestra gala anual de jóvenes profesionales crezca y sea hoy un evento con más de 400 personas, lleno de música, energía y propósito. Creamos espacios donde los jóvenes pueden conectar, retribuir y enamorarse de la misión, tal como me pasó a mí. Sé que para muchos jóvenes profesionales, donar puede parecer difícil al principio. Estás comenzando tu carrera, tal vez no tienes mucho para ofrecer. Pero incluso los actos más pequeños de generosidad pueden cambiar vidas. Eso lo aprendí de mi propia comunidad, especialmente como mujer latina.
El legado es algo que muchas veces pensamos que se construye más adelante en la vida, pero yo creo que empieza ahora. El negocio de mi familia es una empresa hispana de tercera generación, así que el legado es un tema que siempre está presente. No tienes que esperar para generar impacto. Empiezas estando presente, dando lo que puedas.
A veces me preguntan: “¿Por qué apoyar a St. Jude si hay hospitales infantiles locales en Miami?” Pero St. Jude no es solo Memphis, es global, por lo que su investigación, sus avances, su alcance internacional benefician a niños en todo el mundo. Comparten sus descubrimientos, dando esperanza a familias que de otro modo no la tendrían.
Mirando hacia el futuro, espero seguir apoyando a St. Jude de todas las formas posibles. Y espero que, a través de mi trabajo, haya sembrado semillas que crezcan y perduren, como lo hizo el fundador de St. Jude, Danny Thomas.
Para mí, apoyar esta misión no es solo un honor —es una experiencia profundamente gratificante. No hay mayor legado que saber que ayudaste a otros y dejaste una huella positiva en sus vidas.
