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Escuchando lo que la Madre Naturaleza tiene para decir

Memphis, Tennessee, 11 de abril de 2017

Jian Zuo, Ph.D., y sus colegas indujeron a las células de sostén ubicadas en el oído interno de un ratón adulto para que asuman la apariencia de las células pilosas inmaduras y comiencen a producir algunas de las proteínas características de las células pilosas.

Jian Zuo, Ph.D., y sus colegas indujeron a las células de sostén ubicadas en el oído interno de un ratón adulto para que asuman la apariencia de las células pilosas inmaduras y comiencen a producir algunas de las proteínas características de las células pilosas.

Nacemos con aproximadamente 16000 células pilosas auditivas. Estas células se encuentran en la cóclea del oído interno. Son necesarias para traducir las ondas de sonido (desde el suave susurro de las hojas hasta el trueno más fuerte) en impulsos nerviosos que son interpretados por el cerebro.

La audición se pierde para siempre si se dañan demasiadas células pilosas debido al envejecimiento, los ruidos fuertes, enfermedades o determinados fármacos, incluyendo la quimioterapia utilizada para tratar determinados cánceres infantiles. Esto se debe a que, a diferencia de los peces o aves, los humanos no pueden volver a producir estas células.

Científicos de St. Jude Children’s Research Hospital han utilizado pistas del estudio en peces y pollos para avanzar en los esfuerzos de producir nuevamente células pilosas en humanos.

Al activar y desactivar algunos genes en células específicas del oído interno, los científicos hicieron que esas células se vean y se comporten como células pilosas auditivas inmaduras. El informe parece marcar la primera vez que se utilizó la manipulación genética para volver a producir células pilosas auditivas en un mamífero adulto.

“Buscamos respuestas en la Madre Naturaleza y fuimos recompensados”, dijo Jian Zuo, PhD, del Departamento de Neurobiología del desarrollo. “Los resultados sugieren que regenerar células pilosas auditivas probablemente requiera múltiples factores para estimular el proceso”.

La investigación se publicó en Cell Reports.

Lea el comunicado de prensa (en inglés).

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