Jacob es un niño feliz al que le encanta jugar videojuegos con su familia y también jugar al aire libre. Le ecanta ir a la escuela y su materia favorita es Ciencias.
Jacob comenzó a tener frecuentes e insorportables dolores de cabeza y dejó de ser él mismo. Tras consultar con su pediatra, les dijeron que su hijo tenía anemia. Pero Jacob empeoró, así que su madre lo llevó de inmediato al hospital de su localidad, donde los resultados de las pruebas cambiaron la vida de su familia para siempre. Jacob tenía leucemia.
Jacob fue referido a St. Jude, donde los médicos lo sometieron a un tratamiento que requería quimioterapia para intentar salvarle la vida.
No sabíamos nada del cáncer, pero cuando llegas a St. Jude, te responden todas las preguntas. Te explican el tratamiento", dice su padre. "St. Jude es un segundo hogar".
Gracias a donantes como tú, las familias, como la de Jacob, nunca recibirán una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación.
Jacob está respondiendo bien al tratamiento y su familia está agradecida por toda la ayuda que les han prestado en St. Jude.
"St. Jude es como una familia, y las familias se ayudan entre sí", dijo el padre de Jacob.