Una Navidad con esperanza: Luis Martín celebra la vida tras tratamiento contra el cáncer

Después de superar meses de quimioterapia, este joven regresó a Nicaragua con el corazón lleno de gratitud.

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Este año celebraré mi segunda Navidad y Año Nuevo en Nicaragua tras finalizar mi tratamiento en St. Jude, dice Luis Martín.

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Mi historia la escribo entre pausas y lágrimas que no pude evitar que se escaparan. Ha sido un largo camino, pero todo ha valido la pena. 

Mi nombre es Luis Martín. Tengo 18 años y soy el segundo de tres hermanos. Un mes después de que me diagnosticaran osteosarcoma, un tipo de cáncer de hueso que detectaron en mi rodilla izquierda, fui referido a St. Jude Children’s Research Hospital®. Así fue cómo llegué con mi mamá en agosto de 2023 desde Nicaragua, mi país de origen. También tenía metástasis pulmonar. Jamás imaginamos que un dolor en mi rodilla se convertiría en un diagnóstico devastador. 

Este año celebraré mi segunda Navidad y Año Nuevo en Nicaragua tras finalizar mi tratamiento en St. Jude, dice Luis Martín.

Eran las 2 a.m. cuando entramos por las puertas de St. Jude. Mi mamá y yo nos abrazamos con lágrimas por la incertidumbre de no saber a lo que nos enfrentaríamos. Empezaron a tratarme el 1 de septiembre de 2023 como parte de un estudio clínico. Recibí quimioterapia, cirugías y un nuevo tratamiento que ha ayudado a algunos pacientes con tumores sólidos. El 23 de mayo de 2024, a las 12:30 p.m., me administraron mi última quimioterapia intravenosa. 

Suponía el triunfo de una gran batalla, meses de altas y bajas, pero con la ayuda de mi madre y todo el personal médico, logré superarla. Días más tarde, el 29 de mayo, los doctores nos dieron la noticia: “no hay evidencia de la enfermedad”. Fue el mejor regalo del Día de las Madres para mi mamá, ya que en mi país lo celebramos el 30 de mayo.  

¡No podía creerlo!  Había terminado la etapa más difícil de mi vida. Una que no me sentía capaz de alcanzar en mis días de hospitalización, cuando tenía el cuerpo adolorido y agotado. ¡Por fin había finalizado! 

Entre lágrimas de alegría y aplausos, nos dimos un abrazo grupal y todos me felicitaron. Al terminar la quimioterapia, continué con el nuevo tratamiento durante unos seis meses. 

Regresé a mi país a finales de 2024. Este año celebraré mi segunda Navidad y Año Nuevo en Nicaragua, después de haber terminado mi tratamiento. Es hermoso sentir el calor de mi hogar nuevamente y me da una gran satisfacción que estemos todos juntos reunidos como familia otra vez, especialmente para esas fechas. Estoy muy agradecido con Dios, con mi talentoso equipo médico y con todos los donantes que apoyan a St. Jude, porque gracias a su generosa ayuda St. Jude puede continuar descubriendo las curas que salvan a los niños como yo. Es maravilloso pensar en todo el esfuerzo colectivo que hacen para que el regalo de la sanación llegue a tantos niños. Esto me inspira a seguir luchando y a creer que los ángeles existen.

St. Jude y sus donantes son la luz y la esperanza que Dios me ha dado. Gracias infinitas por salvarme la vida. 

 

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