Los seres queridos describen a Brayden como un niño juguetón y amoroso.

En el verano del 2018, Brayden y su familia se mudaron a otra parte del mundo. A solo un mes después de instalarse en su nuevo hogar, sus vidas cambiaron drásticamente de nuevo, pero ésta vez las circunstancias fueron imprevistas… e inmaginables.

Brayden fue diagnosticado con un tumor de cáncer cerebral canceroso llamado meduloblastoma.

Se sometió a una cirugía cerebral, el día que iba a comenzar su kínder.
Después de la cirugía, Brayden necesitó tratamiento adicional y fue referido a St. Jude Children’s Research Hospital.
Las familias, como la de Brayden, nunca recibirán una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación.

En St. Jude, Brayden recibió quimioterapia y terapia de protones en el primer centro de terapia de protones del mundo dedicado exclusivamente a los niños.

St. Jude es un lugar asombroso. Cuando se pasa por algo como esto, uno quiere el mejor tratamiento, y eso es lo que nos brindó St. Jude.

Hoy, Brayden está en casa con su familia y se encuentra muy bien.