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Luis Fortin, sonriendo tras haber terminado su carrera.
 

Luis Fortin nos demuestra el poder de la amistad y su compromiso con St. Jude

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Luis Fortín llegó a Memphis de Honduras en el 2010 para reunirse con su madre, quien ya se había instalado en Estados Unidos. Luis Enrique vino directamente a Memphis buscando tratamiento contra un cáncer en los huesos en St. Jude Children’s Research Hospital.

Volvieron a conectarse en Tennessee y durante esos momentos, charlaban de sus vidas y lo dificil que era vivir fuera de en su país adoptivo.

Me costó mucho adaptarme a la vida en Estados Unidos”. Hablamos de todo eso y fue muy fácil recordar los buenos tiempos en Honduras.

 
Luis Fortin posando con su amigo, Luis Enrique.

Luis Fortin, posando con su amigo, Luis Enrique.

 

Mientras era atendido en St. Jude, Luis Enrique le pidió a Fortín que caminara una carrerra de 5 kilómetros como una manera de recaudar fondos para el hospital, pero Fortín no pudo asistir debido a los exámenes finales de la universidad. 

Le prometió a su amigo que el año siguiente, después de la graduación,correrían una carrera juntos. Pero esa oportunidad nunca llegó. Unos meses después de esa promesa, su amigo murió de cáncer.  

 
 

Sin embargo, no olvidó su promesa de participar en la carrera por su amigo y se inscribió. Desde entonces, ha participado en ocho maratones, incluida la de diciembre, donde recaudó más de 3,000 dólares para St. Jude. Lo ha hecho usando zapatos deportivos rojos, como solía usar su amigo.

Yo tengo planes de hacer esto por el resto de mi vida, no importa si estoy en Chattanooga, o esté en cualquier otra lado, voy hacer todo el esfuerzo para venir a Memphis, recordar a mi amigo y poder ayudar a la misión de St. Jude.

 
Luis Fortin, terminando su carrera.
 

Fortín visitó St. Jude, donde dijo que vio de primera mano la ayuda y el apoyo que su personal le brindó a su amigo durante su enfermedad. 

También notó cuánto el hospital inspiró a Luis Enrique a ayudar a otros, quien solía compartir palabras de aliento con nuevos pacientes. También le encantaba tocar música en el hospital y era conocido por tomar su quimioterapia en el segundo piso, donde tocaba la guitarra y cantaba para los niños más pequeños.

 
 

Él me inspiraba a vivir mi vida en una manera más positiva. Yo me ponía en sus zapatos, y decía 'wow', no sé si podía tener esa misma actitud, y eso siempre me inspiró. Él disfrutaba todo al máximo, sabía disfrutar (su vida), por lo que todo el mundo lo recuerda como un increíble amigo, una persona que en general quería ayudar y pasarla bien.

 
Luis Fortin, somriendo para la camara.
 

El verano siguiente a la muerte de Luis Enrique, Fortín se recordó de la carrera de y se inscribió, como parte de la promesa que le había hecho a su amigo de que participaría después de la graduación.

Fortín confesó que continuará participando todos los años para ayudar a St. Jude a continuar con su misión de encontrar curas y ayudar a otros como Luis Enrique.

 
 

Luis Enrique no sobrevivió su batalla contra el cáncer, pero si le pudieron dar ese estilo de vida que no tuvieron que pagar una factura por sus tratamientos y que su familia no se tuvo que preocupar por eso... Yo vi lo que St. Jude hace y estoy orgulloso de poder contribuir. No me queda ninguna duda, lo seguiré haciendo.

 
 
 

Tu donación le da la oportunidad de creecer a los niños de St. Jude.

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