Podría describir la visión clara y valiente de nuestro fundador Danny Thomas en cuatro palabras que parecen particularmente relevantes hoy en día.
Compasión. Unidad. Equidad. Inclusión.
A partir de la década de 1950, nuestro extraordinario fundador señaló el camino que tendría un profundo impacto en los niños de todo el mundo. Primero, al ayudar a hacer que en los EE.UU. se incrementara del 20% al 80% la tasa de supervivencia del cáncer infantil, una enfermedad que se consideraba incurable y, ahora, trabajando para hacer lo mismo a escala mundial en asociación con otras organizaciones de la salud.
Danny Thomas no completó su formación escolar, solo tenía una educación de décimo grado, pero se guiaba por un conjunto de valores afirmados en esas cuatro palabras centrales.
Compasión. No podía tolerar la idea de que se dejara morir a los niños con cáncer.
Unidad. Primero reunió a sus amigos, luego a millones de personas como usted para mostrar el poder de alcanzar un objetivo común.
Equidad. No podía aceptar que los niños enfermos no recibieran la atención adecuada debido al color de su piel o su capacidad de pago. En St. Jude, él pudo cambiar esa norma.
Inclusión. Y en St. Jude, inaugurado en 1962 en el sur segregado del país, Memphis, Tennessee, reunió a personas de todos los orígenes: pacientes, familias y personal, especialmente médicos y enfermeras blancos y negros, trabajando codo a codo y compartiendo las mismas áreas comunes, para salvar a los niños del mundo.
Este extraordinario hombre demostró que hay una fuerza casi inagotable detrás de un propósito claro, unido a un valor inquebrantable.
Así que hoy, tanto en ALSAC como en St. Jude, a más de dos décadas de la muerte de Danny Thomas, su propósito sigue siendo nuestro propósito, el eje central que guía nuestras decisiones y, Dios mediante, influye en nuestras acciones diarias que impulsan la transformación a beneficio de los niños en todo el mundo.
Siempre ha quedado claro el lazo inquebrantable entre Danny, pacientes, familias, personal y donantes, pero cada día entiendo mejor los principios de su visión y admiro el poder de sus acciones.
Si él pudo ser fiel a sus valores y rechazar valientemente las normas de uso de áreas comunes que incluían cosas como baños separados para empleados blancos y negros porque, bueno, eso era la norma aceptada de la época ...
Si él pudo ser fiel a sus valores y rechazar valientemente hacer negocios con restaurantes y hoteles segregados en Memphis en ese momento y exigir su integración ...
Seguramente, podemos continuar avanzando su labor con el mismo sentido de urgencia, compasión, unidad, equidad e inclusión que produjo resultados tan importantes ante tan abrumadoras probabilidades. Porque su propósito, y ahora nuestro propósito, está muy lejos de ser alcanzado.
Pero, juntos, podremos lograrlo. Podremos ver realizada su visión determinada: que NINGÚN NIÑO muera en el amanecer de su vida.
Nos sentimos muy privilegiados y agradecidos de poder contar con usted en este propósito. Su generosidad lo hace posible. Gracias.
Richard C. Shadyac Jr. es Presidente y CEO de American Lebanese Syrian Associated Charities, la organización de recaudación de fondos y concientización de St. Jude Children’s Research Hospital.