Siempre ha sido una niña feliz. Es enérgica. Es inteligente. Es linda. Ella es todo.
- Aspen's parents
Stephanie, la mamá de Aspen, describe a su hija como una persona llena de alegría.
Aspen tenía solo un año y diez meses cuando la diagnosticaron con neuroblastoma en fase 4, un tumor canceroso.
Se sometió a un largo tratamiento en Filipinas, utilizando un protocolo desarrollado y compartido por los médicos e investigadores de St. Jude Children's Research Hospital. Pero seis meses más tarde, el cáncer volvió a extenderse.



Aspen, paciente de St. Jude, con su familia
Después de ser referida a St. Jude, su familia viajó a los Estados Unidos por primera vez.
Cuando nos dijeron que todo sería gratis, fue como si nos quitaran una espina clavada. Al principio es increíble. No esperábamos algo así. Estábamos muy agradecidos.
— Mark, papá de Aspen


Las familias, como la de Aspen, nunca recibirán una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación.
Cambió mi perspectiva de la vida", reflexionó Stephanie, la mamá de Aspen. "Hay tanta bondad en el mundo. Es inspirador en el sentido de que nos reta a nosotros, los receptores de esta bondad, a devolverla.
- Aspen's mom
Incluso durante el tratamiento del cáncer en St. Jude, Aspen seguía siendo extrovertida, feliz y juguetona.
Pero sus padres se dieron cuenta de que habían cambiado.

Aspen, paciente de St. Jude,
con sus padres


Aspen, paciente de St. Jude,
con su pápa
Ahora el objetivo es vivir cada día al máximo, con un sentido de gratitud.
Cuando ella llegó aquí, vio ardillas, corrió, jugó con otros niños, jugó al fútbol. Y para mí, eso te dice que tiene un futuro. St. Jude nos salvó. Salvó a la familia. St. Jude es un regalo.
— Stephanie y Mark, los padres de Aspen

