En el 2018, Quincy comenzó a experimentar un dolor en el estómago que se fue intensificando. Sus padres, Karla y Quinton, lo llevaron a su pediatra. Su doctor tuvo la impresión de que algo no andaba bien, pero no pudo identificarlo, por lo que ordenó un ultrasonido.
Más adelante en esa misma tarde, los papás de Quincy recibieron noticias devastadoras: Quincy tenía un tumor en su riñón y necesitaban ir a St. Jude Children’s Research Hospital.

“En ese momento, me quedé como entumecido” recordó Quinton, papá de Quincy. “No me podía mover. ¡No sabía ni que pensar!”.
Pero en el momento en que la familia de Quincy llegó a St. Jude sintieron esperanza.
Familias como la de Quincy nunca recibirán una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación.

“Tan pronto entramos, el personal estaba listo para nosotros” resaltó Karla, mamá de Quincy.
No pude creer el nivel de servicio y atención. ¡Ya no le tenía miedo de nada! Desde el momento que caminamos por esas puertas tuvimos esperanza.

Quincy con el personal médico del Hospital en el 2019.
En St. Jude, las pruebas médicas confirmaron que Quincy tenía un tipo de cáncer en el riñón llamado Tumor de Wilms. Su tratamiento se basó en una cirugía para remover el riñón afectado, y luego quimioterapias.
Quincy le preguntaba frecuentemente a su equipo de cuidado médico sobre su tratamiento.
“Sus enfermeras hicieron de esto, una experiencia de aprendizaje para Quincy. Él tomó el control de lo que le estaba pasando” dijo su mamá. “Y eso realmente te ayuda a una como madre al ver a tu hijo pasar por algo como esto”.

Quincy con su papá, Quinton
Durante su tratamiento, la familia de Quincy encontró fortaleza en sus creencias. “Somos una familia cristiana” explicó su papá. “Cuando enfrentamos situaciones como éstas, nosotros oramos”. También, ellos encontraron fortaleza en su hijo.
Quincy fue tan fuerte enfrentando todo, que eso me ayudó a fortalecerme.

Quincy en la Caminata/Carrera de St. Jude en el 2019
Quincy culminó su tratamiento en el mes de agosto del 2018 y visita regularmente a St. Jude para sus chequeos médicos. Es un niño muy inteligente con una imaginación increíble. Le encanta pasar tiempo con su familia.
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