Al dulce y extrovertido Weiming se le diagnosticó una enfermedad rara, una inmunodeficiencia conocida como la enfermedad del niño burbuja. Fue entonces cuando llegó a St. Jude Children’s Research Hospital.
A los cuatro meses de edad, Weiming estaba experimentado un crecimiento lento y su pediatra en su país de origen, China, notó signos bajos en los niveles de oxígeno. Le diagnosticaron neumonía, pero el equipo de atención médica que lo atendía estaba consternado por la falta de síntomas.
Después de varias pruebas médicas, se descubrió que tenía una inmunodeficiencia potencialmente mortal. Y luego de pasar 26 días en la Unidad de Cuidados Intensivos (ICU por sus siglas en inglés), el médico le dio a su familia la noticia devastadora de que no había nada que el hospital en China pudiera hacer para curar su condición.
Ya no éramos las únicas personas que podían cuidar a Weiming. Ahora tenemos médicos que pueden ayudarlo. St. Jude salvó a nuestro bebé.
Cuando parecía que se había perdido la esperanza, la familia se enteró que los médicos e investigadores de St. Jude estaba estudiando esta enfermedad muy rara, y el médico local de Weiming pudo referirlos al hospital.
Weiming recibió un tratamiento de terapia génica desarrollado en St. Jude.
Gracias a los generosos donantes, las familias, como la de Weiming, nunca recibirán una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación.
Ahora, Weiming tiene su sistema inmunológico funcionando y puede acurrucarse con sus padres y hasta jugar con otros niños de su edad.
