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Conoce a Aaron
Algunas personas son muy audaces y otras más comedidas. Andre y Kay-Ann tienen uno de cada tipo de personalidad en sus hijos Kay-Leigh y Aaron-James, que a pesar de lo diferentes que son, los hermanos tienen una cosa en común que compartirán toda su vida: la enfermedad de células falciformes.

La enfermedad de células falciformes es una enfermedad crónica que afecta a los glóbulos rojos y puede causar un derrame cerebral, susceptibilidad a infecciones, crisis de dolor, daño de órganos y otras complicaciones graves que ponen en peligro la vida.
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Aaron-James, o A-J como lo llama de cariño su familia, fue diagnosticado con la enfermedad de las células falciformes cuando su madre era sargento en la Fuerza Aérea de EE. UU., así que en ese momento comenzó el tratamiento en un hospital cercano a la base militar en la que estaban situados.
Cuando A-J tenía 2 años, su mamá Mary Ann cambió de trabajo, así que pudieron mudarse y A-J se convirtió en paciente del St. Jude Children's Research Hospital®.
Después de salirme del ejército, no teníamos seguro médico para nuestros hijos. Nuestra familia estaba en una situación en la que comenzamos a elegir entre pagar nuestras facturas mensuales y nuestros gastos médicos. Luego vino esta increíble bendición de ser pacientes en St. Jude.
St. Jude tiene un historial de compromiso con los pacientes con la enfermedad de células falciformes desde hace más de 50 años. Además, cuenta con uno de los programas más grandes del país y las familias nunca reciben una factura por nada.
Las palabras que Kay-Ann usa para describir la realidad de tener dos hijos con anemia de células falciformes incluyen aterrador, desgarrador y perturbador. Pero también dice: “St. Jude le ha dado a nuestra familia un sentido de esperanza y normalidad ". Tanto A-J como Kay-Leigh están actualmente bien con medicamentos de mantenimiento y chequeos regulares en St. Jude.
A-J es reservado y observador, y un poco tímido al principio, pero una vez que se siente cómodo, sale de su caparazón y disfruta mucho comer en el Kay Kafe de St. Jude, jugar en las áreas de juego del hospital y socializar con las enfermeras y los médicos. También ama a los dinosaurios y los sabe identificar muy bien. A este pequeño caballero también le gusta hacer cumplidos.
Poder darles a los niños la oportunidad de vivir es algo enorme. Estamos agradecidos con St. Jude.
La mamá de Aaroon.
Los niños a los que ayudas
En St. Jude, las familias nunca reciben una factura por su tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación.
Cada dolar hace la diferencia*
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Puede ayudar a St. Jude a proveer pesas de rehabilitación
Ayuda a los pacientes a recuperar fuerza y movilidad luego de su tratamiento contra el cáncer.
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Puede ayudar a proveer la alimentación de una familia de St. Jude por un día
Proporciona a una familia tarjetas de comida para el desayuno, el almuerzo y la cena en nuestra cafetería.
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Puede ayudar a proveer 12 vías intravenosas a los pacientes de St. Jude.
La mayoría de los pacientes de St. Jude usan vías intravenosas para administrar líquidos, medicamentos y nutrientes.
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Puede proporcionar un par de muletas pediátricas a 1 niño
Ayuda a un paciente a caminar durante el tratamiento, con muletas de su tamaño.