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Satisfacer la necesidad:
Producción de desinfectante de manos durante una pandemia

 

Las ciencias farmacéuticas desarrollan un desinfectante de manos para prepararse para una posible escasez

 
 

Por Chris Pennington

No hace mucho tiempo, los consumidores podían comprar 24 onzas de desinfectante de manos a $1.49. A medida que los temores por el COVID-19 se hicieron reales, muchas personas comenzaron a almacenar desinfectantes, porque lavarse y desinfectarse las manos formaba parte de un mensaje uniforme con respecto a la seguridad y a la prevención de la transmisión de la enfermedad.

Pero la carrera por el desinfectante también dio paso a una oportunidad. Muchas recetas caseras para fabricar geles y pulverizadores desinfectantes de manos comenzaron a aparecer en Internet. Las destilerías pasaron de fabricar whisky a producir desinfectante de manos.

Cuando se abrió el Centro de Control de Incidentes de St. Jude en St. Jude Children’s Research Hospital para enfrentar la pandemia por COVID-19, había desinfectante de manos en abundancia, pero eso no implicaba que no ocurriera la escasez del producto. Pat Keel, Vicepresidente Ejecutivo y Director Financiero, facilitó información actualizada a diario sobre los suministros. Un tema de debate recurrente fue el riesgo de escasez del desinfectante de manos.

El Director Farmacéutico, William Greene de PharmD, prestaba atención.

Man and woman in white coats

Cindy Brasher, izquierda, y Keith Young, PharmD, preparan un desinfectante de manos en el laboratorio de investigación.

"Sabíamos que podía llegar un momento en que tendríamos que preparar el compuesto para el desinfectante de manos", comenta. Greene le solicitó a Cindy Brasher, Gerente de Compuestos de PharmD, que desarrollara un plan.

Basher dice: "Estábamos contemplando la posibilidad de una escasez y pensamos que sería un buen momento para prepararse". "Queríamos tener como mínimo un lote fabricado a modo de prueba antes de que se nos pudiera solicitar que fabricáramos un suministro de reemplazo.

Este proceso fue una linda colaboración grupal en el establecimiento", cuenta Brasher. "Pedimos prestado un hidrómetro de uno de los laboratorios de investigación y usamos el laboratorio de la Dra. Mary Relling para preparar el desinfectante de manos porque necesitábamos una campana extractora".

El funcionario de seguridad general, Guy Joyner y Terry Coggins, de Salud y Seguridad A, controlaron el proceso. El esfuerzo dio como resultado 30 litros. El lote está disponible y listo para usarse. El Departamento Farmacéutico también está listo para producir más si es necesario.

"Observar lo que luchan y hacen las farmacias de otros hospitales es algo útil", comenta Brasher. "No podían tener su propio producto, así que lo fabricaron. Si es necesario, ahora sabemos que también podemos fabricarlo".

 
 
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