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Conoce a Maelin-Kate

Maelin-Kate tenía 5 años cuando fue diagnosticada con trastornos en la sangre, pero su mamá dice: “Todos los días, ella encuentra una razón para decir que es el mejor día de su vida”.

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Maelin-Kate, paciente de St. Jude posando con una foto de cuando comenzo su tratamiento.
 
 
 

Cuando los padres de Maelin-Kate, Paul y Megan, la trajeron a su hogar desde China en el 2017, ellos sabían que Maelin-Kate necesitaría atención médica. Una pierna era más corta que la otra y resultó ser que la pequeña tenía displasia de cadera.

Maelin-Kate iba a ser sometida a una cirugía ortopédica a las pocas semanas de haber sido adoptada. Así es como sus padres descubrieron que padecía anemia de Fanconi.

 
Maelin-Kate, paciente de St. Jude sonriendo con mucha energia.
 
 
Maelin-Kate, paciente de St. Jude dentro de el hospital con su mascara.
 

Al principio, nadie sabía qué le sucedía a la pequeña. Sus análisis de laboratorio eran claramente anormales, aunque no indicaban ninguna enfermedad específica; y nada se conocía sobre el historial médico de su familia.

Pero dio la casualidad de que uno de los médicos de Maelin-Kate en un centro afiliado de St. Jude Children’s Research Hospital había trabajado en un instituto que se especializaba en anemia de Fanconi. Inmediatamente se dio cuenta de que se trataba de esa enfermedad de la sangre, que es muy poco frecuente.

 
 

Las personas que padecen la anemia de Fanconi no producen una médula ósea saludable - y, por lo tanto, no producen sangre saludable. De no tratarse, esta enfermedad genética puede causar leucemia. La anemia de Fanconi en Maelin-Kate fue descubierta a tiempo.

 
Maelin-Kate, paciente de St. Jude posando con su mamá

Maelin-Kate, paciente de St. Jude con su mamá

 

Megan siente que los miembros del equipo médico de St. Jude que los acompañaron durante el tratamiento de quimioterapia y el trasplante de médula ósea son como amigos, como familia.

“Maelin-Kate sabía que sus médicos y enfermeras la querían mucho. Sabía que ellos querían lo mejor para ella”, comentó Megan.

 
 

Las familias, como la de Maelin-Kate, nunca recibirán una factura de St. Jude por tratamiento, transporte, hospedaje ni alimentación.

 
 

Ahora, Maelin-Kate visita St. Jude para sus chequeos médicos regulares. Es la más pequeña de cinco hijos y la única niña.

“Tiene brillo en sus venas”, Megan comentó riendo. “Es una niña súper alegre. Por ejemplo, dice, ‘Veo una mariposa - hoy es el mejor día de mi vida’. O ‘Comimos spaghetti en la cena - hoy es el mejor día de mi vida’".

 
Maelin-Kate, paciente de St. Jude bailando
 

Nos hace sonreír todos los días, porque ama la vida.

— Megan, mamá de Maelin-Kate

 
 
 

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