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La Clínica afiliada a St. Jude en Mercy Children's Hospital–Springfield
La clínica afiliada de St. Jude en Mercy Children's Hospital Springfield está ubicada en Springfield, Missouri. Esta clínica es una iniciativa conjunta de St. Jude Children’s Research Hospital y Mercy Children's Hospital en Springfield. La clínica afiliada está ubicada dentro del Centro pediátrico Jane Pitt del Mercy Children’s Hospital.
El equipo afiliado de Springfield atiende a niños y adolescentes con cáncer y trastornos sanguíneos. A través de la filial de Springfield, los pacientes pueden participar en los ensayos clínicos de St. Jude. Los servicios se pueden prestar en la clínica ambulatoria y en el área de infusión de la filial, así como en la unidad de hospitalización de Mercy Children's Hospital–Springfield.
Clínica afiliada a St. Jude en Mercy Children's Hospital–Springfield
1235 E. Cherokee
Springfield, MO 65804
De lunes a viernes, de 7:00 a. m. a 4:30 p. m.
Durante los horarios de atención de la clínica: Llama al 417-820-5833
Fuera del horario de atención o en cualquier momento en que no puedas comunicarte con la clínica: Llama al 417-820-5833 si tienes necesidades, problemas o preguntas urgentes. Un médico está de guardia las 24 horas del día, los 7 días de la semana para ayudarte.
Cuando llames a la clínica, es posible que te hagan preguntas sobre lo siguiente:
En caso de emergencia: Llama al 911
Si tu hijo está recibiendo tratamiento en una afiliada de St. Jude, llama a la clínica de inmediato si tu hijo tiene uno o más de estos síntomas:
Llama a la Clínica Afiliada a St. Jude inmediatamente si llevas a tu hijo a cualquier otro hospital o médico local para recibir tratamiento médico urgente o no planificado.
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“La afiliada de Springfield es como una extensión de St. Jude”, afirma Brittany, madre de Sophia. “Los doctores están en contacto constante entre ellos. Es reconfortante saber que siguen las mismas normas y directrices. Tienen el mismo plan. El personal de Springfield es muy cariñoso y amable. Es como si Dios los hubiera elegido para nosotros. Podíamos entrar en la sala de quimioterapia y sentirnos cómodos, como si estuviéramos en casa. Es como si Dios los hubiera elegido para nosotros”.