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La beta-talasemia es un trastorno de la sangre que reduce la cantidad de hemoglobina en los glóbulos rojos. La hemoglobina es una proteína rica en hierro que se encuentra en los glóbulos rojos y que transporta oxígeno a las células de todo el cuerpo. Esta proteína se divide en 2 partes: alfa globina y beta globina. La beta-talasemia afecta la cantidad de beta globina producida.
La beta-talasemia es causada por un cambio genético (mutación) que se hereda (se transmite de padres a hijos). Las personas que heredan genes de hemoglobina mutados de 1 de los padres pero genes normales del otro se llaman portadores. Los portadores de beta-talasemia tienen rasgo de beta talasemia. No suelen tener signos o síntomas pero algunas veces tienen síntomas leves de anemia. Los portadores pueden pasar los genes defectuosos a sus hijos.
Obtén más información sobre el rasgo de beta-talasemia en Juntos by St. Jude™.
Las personas con formas moderadas a severas de beta-talasemia heredaron genes de hemoglobina mutados de ambos padres. Los tipos de beta-talasemia incluyen beta talasemia intermedia (conocida como talasemia no dependiente de transfusiones) y beta-talasemia mayor (conocida como talasemia dependiente de transfusiones).
Los signos y síntomas de la beta-talasemia son causados por la anemia (hemoglobina baja). Esto ocurre porque el cuerpo no produce suficiente beta globina para llevar oxígeno en la sangre. La gravedad de los signos y síntomas depende del tipo de beta-talasemia que tenga una persona y de la gravedad del trastorno.
Los signos y síntomas de la anemia leve a moderada incluyen los siguientes:
El rasgo de beta-talasemia suele causar anemia microcítica (células pequeñas) pero suele ser asintomática. Algunas afecciones asociadas pueden ser:
La beta-talasemia intermedia (no dependiente de transfusiones) causa anemia de leve a moderada. También causa otros problemas de salud. Estos pueden incluir:
La beta-talasemia mayor (dependiente de transfusiones) causa una anemia más severa. Las personas con esta afección pueden tener también otros problemas de salud. Estos pueden incluir:
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"Tomé el hábito de anotar todas mis preguntas, así la siguiente vez que los médicos vinieran, recordaría preguntar sobre esas cosas. Usaba mucho cuadernos con espiral, notas adhesivas y todas esas cosas. Tenía un archivo de acordeón para colocar los formularios de consentimiento. Ahora me doy cuenta de que todo esto podría ser un poco irrelevante porque muchos hospitales tienen historiales médicos electrónicos y, ojalá, estemos avanzando hacia algo menos dependiente del papel. Pero era una de esas cosas que me hacían sentir un poco más en control".
- Paula Elsener
Ciertos genes controlan cómo el cuerpo produce hemoglobina. Cuando estos genes cambian o faltan, se produce la talasemia.
La proteína específica de la hemoglobina afectada en la beta-talasemia es la beta globina. La beta globina es producida por un gen específico en el cromosoma 11. Cada persona tiene 2 copias de este gen (1 de cada uno de los padres) para producir suficiente beta globina para glóbulos rojos normales.
Las diferentes formas de beta-talasemia ocurren si 1 o más de estos genes están alterados:
Si uno de los padres tiene rasgo de beta-talasemia y el otro no, existe una probabilidad del 50 % (1 en 2) de que su hijo tenga rasgo de beta talasemia.
Si ambos padres tienen el rasgo de beta-talasemia, existe un 25 % (1 de cada 4) de probabilidades de que su hijo tenga beta talasemia intermedia o mayor.
La beta-talasemia puede combinarse con otros genes beta alterados y también causar problemas. Por ejemplo, si 1 de los padres tiene rasgo de beta-talasemia y el otro tiene rasgo de célula falciforme (otro tipo de gen beta globina alterado), existe una probabilidad del 25 % (1 en 4) de que su hijo tenga beta-talasemia falciforme. Las personas con beta-talasemia falciforme pueden tener los mismos problemas de salud que las personas con la enfermedad de células falciformes. Los síntomas pueden variar de moderado a severo dependiendo del tipo de beta-talasemia heredada.
La beta-talasemia es uno de los trastornos de la sangre más comunes en el mundo. Miles de bebés nacen con el trastorno cada año. Cualquier persona puede tener beta-talasemia, pero es más común en personas de ascendencia africana, griega, italiana, asiática y de Oriente Medio.
Un análisis de sangre puede detectar el rasgo de beta-talasemia. Debido a que la beta-talasemia es hereditaria, los antecedentes familiares y la ascendencia pueden ayudar a diagnosticar este trastorno de la sangre.
Las pruebas para diagnosticar la beta-talasemia incluyen:
El tratamiento para la beta-talasemia dependerá del tipo y la gravedad del trastorno. Las personas con rasgo de beta-talasemia, por lo general tienen síntomas leves o no los tienen y necesitan poco o ningún tratamiento. Los tratamientos para beta-talasemia moderada y severa incluyen transfusiones de sangre y trasplantes de médula ósea alógeno.
Las transfusiones de sangre son el tratamiento principal para personas con beta-talasemia severa. Este tratamiento suministra glóbulos rojos sanos con hemoglobina normal. Dado que los glóbulos rojos solo viven unos 3 meses, es posible que sean necesarias transfusiones repetidas para mantener un suministro saludable de glóbulos rojos.
La cantidad de transfusiones de sangre que una persona necesita suele depender del tipo de beta-talasemia que tenga.
Las transfusiones de sangre son un tratamiento que salva vidas. Pueden ayudar a que las personas con beta-talasemia severa se sientan mejor, vivan más y tengan una mejor calidad de vida. Pero las transfusiones aumentan el riesgo de transmisión de infecciones y virus, como la hepatitis. En Estados Unidos, la sangre se analiza cuidadosamente. Estos análisis reducen mucho este riesgo.
La terapia con quelantes de hierro remueve el exceso de hierro del cuerpo. El exceso de hierro suele ser causado por transfusiones de sangre repetidas, las cuales son un tratamiento para la beta-talasemia severa. Una acumulación de hierro en la sangre (sobrecarga de hierro) puede dañar el corazón, el hígado y otras partes del cuerpo.
Para la terapia con quelantes, se usan tres medicamentos:
Un trasplante de células madre (médula ósea) reemplaza las células madre del paciente con células sanas de un donante. Las células madre son las células dentro de la médula ósea que se convierten en glóbulos rojos y otros tipos de células sanguíneas.
Un trasplante de células madre es el único tratamiento que puede curar la beta-talasemia, pero el procedimiento es riesgoso. Solo a un pequeño porcentaje de personas con beta-talasemia severa se le puede encontrar un donante compatible. Este tratamiento se usa rara vez para la beta-talasemia.
Hoy en día, hay nuevos tratamientos disponibles para la beta-talasemia.
Los problemas de salud que la beta-talasemia y su tratamiento causan son comunes y pueden ser graves. Si la beta-talasemia severa no se trata de forma adecuada, puede causar insuficiencia cardíaca y la muerte, con mayor frecuencia entre los 20 y 30 años. Las formas menos severas de beta-talasemia no suelen reducir la expectativa de vida de una persona.
Las transfusiones de sangre regulares y la terapia con quelantes de hierro podrían mejorar la probabilidad de supervivencia.
Con tratamiento y buena atención médica, las personas con formas moderadas o severas del trastorno viven más con una mejor calidad de vida.
La asesoría genética y evaluaciones prenatales pueden ayudar a las personas con antecedentes familiares de beta-talasemia que planean tener hijos.
St. Jude brinda la mayor calidad de atención para pacientes con trastornos de la sangre:
Otros motivos para elegir a St. Jude para el tratamiento son:
St. Jude ofrece ensayos clínicos y estudios de investigación para niños, adolescentes y adultos jóvenes con trastornos de la sangre.
Obtenga más información sobre la investigación clínica en St. Jude.
Meta de estudio:
Estudiar la salud a largo plazo de pacientes con trastornos de hemoglobina que recibieron un trasplante de células madre o un producto de terapia génica.
Edad:
Tener 5 años o más
Los pacientes aceptados en St. Jude deben tener una enfermedad que tratemos y contar con la referencia de un médico u otro profesional médico calificado. Aceptamos a la mayoría de los pacientes según su elegibilidad para inscribirse en un ensayo clínico abierto.
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